lunes

BREVÍSIMO MANUAL DE DESINFECCIÓN



Hágase una paja en la ducha. Refrescante y gozoso, ¿A poco no? Y Ría. Sí ría y a la menor provocación ruidosamente. Luego, con ropa o desnuda aún con el cuerpo húmedo por la ducha y la paja, vaya a la red* y busque fotografías de Cindy Sherman (Glen Ridge, 1954) Fotógrafa y actriz a la vez, facinerosa e inteligente suele ser sujeto y objeto en su trabajo, “Untitled Film Stills” (Fotogramas sin título, 1977) fotografías en blanco y negro y ella disfrazada de diferentes roles femeninos culturalmente establecidos, usted sabe, esos que vomitan los medios de comunicación y aunque eso es sólo el principio de un trabajo reconocido por vez primera a nivel internacional, Sherman recurre al rango de lo ultra feo –como ella misma lo dice- para caracterizarse o usar muñecos en su lugar –esto en trabajos más recientes-, intercambia sexos, expone el aspecto voyeurístico de la mirada y aunque también crea temas y manipula el carácter seductor de los cuerpos, una de las cosas que más divierte y fascina de su trabajo es aquellos encargos de diseñadores de modas por ahí de los ochentaypelos** “Sherman aceptó y creó unos anuncios grotescos que iban en contra de los clichés habituales de la belleza femenina mediante teatralidades absurdas como dientes postizos, cicatrices, muecas, partes del cuerpo deformadas y poses poco favorecedoras, Dorothee Bis, el cliente en cuestión rechazó la propuesta” –jajaaa- pero luego, por ahí de los noventas Comme des Garcons le encargó una serie entera: Fairy Tales (Cuentos de hadas) en donde Sherman ahondó en los cuentos de los Hermanos Grimm. El espectador está expuesto a escenarios que evocan sensaciones inquietantes, pero al final, a diferencia de los cuentos infantiles, no ofrecen ninguna esperanza de felicidad. Tan solo quedan unos cuerpos cambiables sin forma tangible o definida” – Yeea!-. O bien, dé un vistazo a la fotografía sin título No. 175 y otras más de las que no tengo el número a la mano pero que sin duda le harán olvidarse por momentos de ésa herida que le jode y supura a cada rato. Neta, ésa estética de la fealdad no tiene par.***



Duerma sola. Lea algo del mundo Garriano como Hogar Sólido o bien El asesinato de Elena Garro ­–búsquele búsquele-. El cloro es infalible para limpiar infecciones manifiestas en el hogar –ah, es que soy ama de casa- y limpie cuidadosamente los resquicios de la casa, esos en donde se guarda afanosamente el polvo y los ecos de las palabras que odia escuchar. Sí, el cloro y su contundencia. El escepticismo no sirve y la fantasía tampoco. El realismo algo pero lo importante es la memoria… para el interior, de esta manera la infección se elimina de raíz. Abra a Ortega y Gasset al azar y colmará los ardores y ya en últimas instancias si no tiene a la mano (o no puede usar la mano jeje) ninguno de los títulos aquí descritos busque otros o haga caso a la sabiduría de los dichos populares y aplique: “sana sana colita de rana, si no sana ahora, sanará mañana".



*Si no tiene compu e internet en casa, sea creativo y vaya al ciber más cercano en los paños que se le antojen.
**Aquí copié el párrafo completo porque me divierte mucho la descripción del libro “Mujeres Artistas, siglos XX y XXI, editorial TASCHEN. CINDY SHERMAN p. 488-493.
***Si sabe usted de algo más reultrafeo, mándelo a:
paulina_quintana@hotmail.com. De antemano, gracias!
Más de la Sherman: basé mi investigación en los libros Mujeres Artistas Siglos XX y XXI, Editorial TASCHEN y EL CUERPO DEL ARTISTA de PAIDON, además de algunas notas proporcionadas por la performancera Mónica Mayer.
Este brevísimo manual de desinfección fue escrito por una mujer, si usted que lo lee no lo es, intercambie los pronombres personales sin mi autorización. Gracias.


Texto: Paulina Quintana. Dibujo: Mario Méndez.

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